Nunca pasó por mi mente imaginar que, así como alguien inventó el café soluble o, mejor aún, las gelatinas instantáneas, ese polvo comestible de colores al que sólo se le agrega agua hervida y comienza a cuajar a la temperatura ambiente con un delicioso sabor más que dulce, empalagoso y resbaladizo, también habría una mente ociosa, pero divertida, que crearía tuitpoemas cursis instantáneos ¡gratuitos! y disponibles al alcance de otros más ociosos aún, pránganas intelectuales como yo en esta hora de hartazgo ¿pre? post-pandémico, a los que de repente, muy de repente, nos da por juguetear en la web con las palabras.
La receta de @lufloro para elaborar versos instantáneos, que comparto aquí para quienes quieran sorprender a sus familiares y amigos de que son consumados poetas decimonónicos, es fácil. El resultado, apantallante. Si se escribe de puño y letra, eso sí, cuidando la ortografía, en una tarjeta Hallmark —por pensar en un regalito kitsch—, los bonos de cualquiera, como poetastro, subirán al infinito y más allá. 👣
Mis Versos Instantáneos
La Suma Apócrifa de mi iPhone y tu Android (O Viceversa)
Quizás el único poema ocurra al mirarnos hasta que el miedo se detenga y así incendiarnos lentamente, silenciosos, indescifrables, verdaderos.
Después de todo, a lo mejor sólo exista una regla, besarnos hasta que el infierno ya no exista y así reconocernos de inmediato, palpitantes, etéreos, cómplices. ♥
"Quizás el único poema ocurra al mirarnos hasta que el miedo se detenga y así incendiarnos lentamente, silenciosos, indescifrables, verdaderos." ~¡¡Órale!! 😊 https://t.co/xxhRFuX7w8
— Silvia Meave (@silviameave) November 5, 2021